La gran cita lúdica, cultural y gastronómica de referencia en la primavera andaluza es la Feria de Sevilla. Conocida en todo el mundo, está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

La Feria comenzó como un evento comercial del siglo XIX, y se ha convertido en una festividad llena de color y alegría para los sevillanos y para todos los que visitan la ciudad en esos días. Hace dos años se realizó una consulta ciudadana y la duración se incrementó en dos días más. Cada año se realiza una portada de entrada al recinto que conmemora algún monumento o hecho destacado, la de este año está Inspirada en el Pabellón de Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929  diseñada por Vicente Traver y que está conformada por el edificio del Casino de la Exposición y el Teatro Lope de Vega. La portada, además, rinde homenaje a la figura de Aníbal González, al V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo y también incluye una alusión a la conmemoración del 175 aniversario de la fundación de la Guardia Civil y al cartel de la Exposición Iberoamericana de 1929 de Santiago Martínez.

En la Feria se diferencia el día y la noche. Destaca durante el día el Paseo de caballos, y por la noche, el cante, el baile y las copas hasta altas horas de la madrugada en las más de mil casetas: familiares, peñas, entidades, municipales (estas últimas de entrada libre) y en la Calle del Infierno hay más de 400 actividades Feriales, en la que lo más pequeños podrán disfrutar mucho. La feria comienza con el encendido del alumbrado, donde miles de bombillas iluminan la portada y las calles del recinto, en la también denominada noche del pescaito, donde es típico cenar pescado frito, y finaliza con el lanzamiento de fuegos artificiales.

El rebujito, la bebida típica de esta fiesta, es manzanilla con mucho hielo y Seven Up, o Sprite, que son gaseosas con un cierto sabor a lima- limón o con gaseosas de otras marcas. El traje típico de esta festividad es el traje de gitana que ha ido evolucionando a lo largo de los años, desde sus comienzos como una bata cómoda de faena, hasta hoy día que son trajes muy trabajados y detallados que inundan de arte las calles de Sevilla. Mientras que la indumentaria masculina suele ser el traje de chaqueta o el tradicional traje de corto (que lo suelen utilizar las personas que montan a caballo). Las sevillanas son el cante y baile típico de la Feria de Sevilla.  El carruaje es el vehículo de transporte permitido en el Real de la Feria.

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